Imagen: STONE CARVING by Emmanuel Augier. |
«El Infinito o el Mundo de lo Absoluto, que consideramos exterior a nosotros, es, por el contrario, universal, y existe tal cual tanto en nosotros mismos como en el exterior. No hay más que un mundo, y es ése. Lo que consideramos el mundo sensible, el mundo de lo finito o temporal no es sino un conjunto de velos que ocultan el Mundo real. Estos velos son nuestros propios sentidos. Nuestros ojos son velos de la verdadera vista, nuestras orejas un velo del Oído verdadero… ¿Qué queda entonces del hombre? Queda un ligero resplandor que se le aparece como la lucidez de la consciencia. Hay continuidad perfecta entre ese resplandor y la gran Luz del Mundo infinito. El mundo tiene alma, y esa alma es Dios. Dios tiene cuerpo, y ese cuerpo es el Universo. ¡Oh corazón mío, escucha y comprende a Dios! ¡No estés distraído, no te desbordes, por temor a que reveles el secreto de Dios!»
el Shaikh Ahmed ben Mustafa al-Alawi